Al igual que sucedió con las redes de comunicaciones que pasaron de tener un modelo basado en características físicas a un modelo de administración por software, la pandemia ha dado mucha importancia a la flexibilidad y acelerado el cambio en curso hacia nuevas arquitecturas e infraestructuras programables definidas por software. Las organizaciones deberán actuar o se arriesgarán a quedar en desventaja.
El 2021 seguirá trayendo una adopción acelerada de tecnologías nativas de la nube en prácticamente todas las capas de la pila de infraestructura, así como para la orquestación de la infraestructura digital desde el borde hasta la multinube. Todo lo que pueda automatizarse debe hacerse mediante software. El crecimiento y la aceleración digitales llegaron para quedarse y con esa comprensión surge la necesidad de que los líderes adopten las tecnologías y tendencias que darán a sus organizaciones una clara ventaja.
En ese orden de ideas, la información y data empresarial se han posicionado y jerarquizado al interior de las organizaciones haciendo que la analítica juegue un rol determinante porque se ha articulado con los datos para extraer insights determinantes que impactan directamente en los objetivos de negocio en las empresas.
La analítica de la información y la digitalización han sembrado entonces una necesidad en el marco de los Centros de Datos que deberá asumirse por parte de las organizaciones al momento de diseñar infraestructuras favorables que estén a la vanguardia y que permitan a las empresas atender las necesidades del mercado con tecnología alineada a los nuevos modelos tecnológicos que se basan en la migración a la nube, movilidad, seguridad y disponibilidad absoluta.
Paul Cormier, presidente y CEO de Red Hat, afirmó que la pandemia ha acelerado cinco años el sector de las tecnologías de la información y esa línea del segmento cloud está diversificándose en términos de adopción. Esto se puede apreciar en las múltiples opciones que tiene el cliente para escoger de acuerdo a sus necesidades.
“Ya no solo se trata de ofrecer productos, sino también herramientas para gestionarlos y administrarlos”. Paul Cormier, presidente y CEO de Red Hat.
En el 2019 la firma de investigación Gartner pronosticaba que para 2025 el 80% de las empresas cerrarán sus centros de datos tradicionales principalmente porque las organizaciones reconsideran la ubicación de sus aplicaciones, reglamentación general de protección de datos y efectividad de acuerdo a la latencia de red. Además, el costo altísimo que representa diseñar un nuevo Centro de Datos dejó de ser atractivo, teniendo en cuenta que las empresas ahora depositan su confianza en aliados tecnológicos que se encargan de administrar sus infraestructuras.
Gartner dice que el gasto mundial en infraestructura de centros de datos crecerá un 6% en 2021.
“Se espera que gran parte de la demanda reducida en 2020 regrese en 2021 cuando el personal pueda estar físicamente en el sitio”, concluyó Naveen Mishra, director senior de investigación de Gartner. “Por ahora, todos los segmentos de infraestructura del centro de datos estarán sujetos a medidas de contención de costos y se espera que los compradores empresariales extiendan los ciclos de vida de los equipos instalados”. acotó Mishra.
Noelle Walsh, vicepresidenta corporativa de Microsoft, añade que los Centros de Datos son como casas o edificios con equipos eléctricos y mecánicos, resaltando la operación de Microsoft a una escala diferente de cualquier casa, con un grado de fiabilidad mucho mayor. También, resalta la presencia de más de 200 centros de datos repartidos por 34 países de todo el mundo, conectados a través de más de 250 mil kilómetros de fibra óptica submarina, terrestre y subterránea.
Microsoft tiene previsto añadir centros de datos en al menos 10 países más durante el 2021, creando entre 50 y 100 nuevos cada año en un futuro inmediato, Noelle puntualiza Walsh.
En lo que respecta al cambio climático, se espera que el sector de los centros de datos sea líder, ya que la enorme huella energética de la computación en la nube permite que la industria de los centros de datos impulse un cambio global hacia negocios impulsados por energías renovables. Los clientes y las partes interesadas exigen responsabilidad sobre el impacto climático, creando un incentivo empresarial convincente para adoptar la sostenibilidad.